Meditación para fortalecer el amor y la confianza en una misma.

Vivir, proyectar y atraer el amor a nuestro camino comienza con un compromiso interno de despojo de toda aquella paja que nos contamina. Platón decía “solo te ama aquel que solo ve tu alma”, y TU que atesoras tu alma con tal delicadeza, no deseas que su fragilidad se rompa ante cualquier persona que no le otorgue un preciado valor infinito. 

Es momento de recibir amor dando amor a todo aquello que hagas y que comas física y emocionalmente hablando. Recuerda que como se piensa en yoga y en el ayurveda: el alimento tanto físico como emocional será el motor de la energía que le inyectas a tu vida a diario.

Para esta meditación necesitarás tu fruta favorita. 

Siéntate en postura fácil con la espalda recta. 

Estira los brazos hacia adelante frente al cuerpo con la palma de la mano izquierda mirando hacia arriba y la palma de la mano derecha hacia abajo, sosteniendo con las dos manos la fruta. 

Mantén los ojos cerrados y respira largo y profundo conectando energéticamente el ombligo con la fruta. 

Hazlo por 9 minutos. 

Después coloca las manos con la fruta en el centro del ombligo (tu plexo solar energético), y mantenla ahí con respiraciones largas y profundas por otros 9 minutos. 

Para finalizar: inhala y aprieta la fruta contra el ombligo mientras presionas la lengua contra la parte superior del paladar. 

Exhala. Ahora puedes comerte la fruta. 

El propósito de esta meditación es enfocarte en la fruta como si fuera tu propia vida recibiendo toda la energía de tus pensamientos positivos hacia ella. Una vez llena con toda la vibración de tus pensamientos en amor, compasión, éxito, buen camino y bendiciones, comerla significa que únicamente con cosas buenas nutres tu cuerpo físico y tu alma y por ende, solo situaciones y personas positivas para ti vibraran cerca en abundancia.

Recuerda que eres un ser natural que irradia energía, transforma esa energía que permanece en ti en una luz maravillosa que deambula a cada paso por el camino.