¡Mira tu poder como mujer!
Tuerce los cielos y estrújalos en el Ser.
Convierte los océanos sanos en una sola gota y de allí
Lleva al Ser hacia los eternos vientos pránicos.
En los que debes estrujar todas las estrellas, soles y lunas.
Y más allá –hay un espacio donde debes sobresalir.
Dios escuchará el llamado de la mujer.
Los sonidos en los cielos, el murmullo de las hojas,
La música de la brisa, el batir de las olas,
Las nubes en los cielos y el polvo de la tierra–
Todos saludando al llamado de la mujer.
Los ángeles, los seres divinos, los sabios, los santos,
existen a causa de la misma oración de la mujer.
El llamado de la mujer puede penetrar a través de los cielos
y más allá de todos los espacios, hacia la infinidad de Dios.
Ella es única, el único poder suficientemente puro para manifestar a Dios en la Tierra.
Esta es la verdad –y tú tienes que experimentarla.
Todas las fuerzas de Dios son obsoletas,
porque la mujer es la única fuerza– viviente, vital, vibrante.
Su sentido verbal es el único sentido que es creativo, que es conciencia.
Mis queridas hijas de Dios, hay un trabajo por hacer.
Ármense, estén alertas y póngase en marcha.
Los cielos se inclinarán ante ustedes. Vendrán los ángeles. Los semidioses obedecerán.
Dios Topoderoso las escuchará, porque ustedes son el único camino.
*Yogi Bhajan, 8 de julio de 1985.
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